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Thoreau buscaba los bosques porque la espesura de la ciudad se le había hecho demasiado estrecha. Nos anticipa una situación a la que nosotros nos acercamos hoy: si, por una parte, los bosques reales se retiran poco a poco, por otra, vuelven bajo otra dimensión, como bosques de los signos, de las informaciones, de las interpretaciones, de las señales.

Aunque la huída a los bosques no lo libera de la confusión, Thoreau retorna transformado, y busca su claro en la densa ciudad. Quizás algo semejante pero aún más exigente se nos impone ante la amenaza de agorafobia en esta espesura global.

















las instituciones artísticas, a la manera de un "archivo", ocupan de alguna manera el lugar de "lo sagrado". En este sentido, el arte ocupa un ámbito diferente, separado, más elevado. Por un lado están las instituciones y por el otro lo que está fuera de ellas: lo que llamaremos vida; por un lado lo sagrado, y por el otro lo profano de la "vida". Lo nuevo opera por el hecho de que aporta al ámbito sagrado material que trae de la vida, de lo profano. Al hacerlo, lo nuevo se transforma en lo que da cuenta de todo ese dominio irrepresentable que está por fuera de lo "sagrado". De esta manera, lo nuevo en el arte presenta lo no representable; evoca la vida, lo profano, el exceso más allá del archivo simbólico de las instituciones artísticas. En este sentido, lo nuevo es la única parte del archivo que no es una representación. Sin embargo, a medida que el tiempo pasa, lo nuevo se vuelve rutina - pierde su carácter novedoso que en su momento se insertó en la lógica del ámbito sagrado de la representación. Ahora, algún nuevo novedoso tiene que tomar su lugar, un nuevo significante de lo irrepresentable: un nuevo significante que no es una representación.
Pero entonces nos preguntamos: ¿qué sucede cuando la vida se transforma en medios?
¿Qué sucede cuando la vida misma se vuelve totalmente mediatizada?
esta es la pregunta que lleva a la contradicción de la representación.
 

















la globalidad como amenaza

el primer globo terráqueo se construyó en Nüremberg en el siglo XVI.
Desde entonces asistimos a la tendencia material hacia una conciencia global,
aunque sólo sea a escala de una maqueta.

pese a que sólo fuera una maqueta, los hombres tomaron el mundo en sus manos.

un día en verano de 1939, Hitler, que como es bien sabido, tenía en su despacho en la Cancillería
un globo terráqueo del que se servía para sus reflexiones estratégicas sobre el nuevo orden mundial, señaló el águila imperial que, sujetando entre sus garras el símbolo de soberanía, debía coronar la cúpula de la Gran Sala, a 290 metros de altura y le dijo a su arquitecto Albert Speer:

"Esto habrá que cambiarlo. ¡El águila ya no sujetará la esvástica, sino que dominará el globo terráqueo! La coronación de este edificio, el mayor de la Tierra, tendrá que ser el águila sobre la bola del mundo"

ya en 1969 nuestros pilotos espaciales han podido lanzar realmente una mirada a nuestro mundo como globo. Desde entonces nos hemos acostumbrado también a esta imagen, lo mismo que a todas las demás.

el alunizaje y la mirada desde el espacio cósmico, desde la Luna, a nuestro planeta, reafirman la hora del nacimiento de la moderna conciencia global.
 


Nuestro propio deber de informar garantiza al terrorismo un puesto duradero como arte de hacer hablar de sí mismo.

El terrorismo ha conseguido ser objeto de «atención» como estrategia de expansión unilateral en el continente posthistórico. Penetra fácilmente en el cerebro de las «masas» y se asegura un espacio significativo en el mercado mundial de las emociones temáticas. Por ello, y tal como nos mostró Boris Groys mediante análisis realizados con suficiente sangre fría, el terrorismo está estrechamente emparentado con las artes mediáticas postmodernas, y quizá no haga otra cosa que extraer las consecuencias más extremas de las tradiciones del arte transgresor de raíz romántica. Desde épocas tempranas, éste trató de forzar el significado mediante agresivas expansiones de los procedimientos artísticos. Con el desarrollo de tales técnicas a lo largo del siglo XX, se hizo perceptible que la transgresión no es un indicador de la grandeza metafísica ni artística de una obra, sino un recurso publicitario tan sencillo como efectivo. El famoso arranque de celos de Stockhausen frente a los autores del drama de Nueva York nos dice más acerca de la verdad de aquel día que toda la industria literaria dedicada al 11 de septiembre 8.
 


en la película Volga Volga los pobres son presentados como los oprimidos por el aparato del Partido, luchando contra la burocracia y el orden establecido. Stalin vió esta película 70 veces y cada vez que la veía aplaudía a la pantalla, a su burocracia siendo atacada, aunque se encontrase él sólo en la sala. Stalin se veía a sí mismo también como un conspirador, como un conspirador contra el aparato de su Partido, contra su Estado, pero un conspirador al servicio de una buena causa.

Stalin, como Mao, trabajaba de noche y dormía de día. Esto es típicamente diabólico, y era un hecho conocido por todos. También llamaba por teléfono a la gente de noche y las sacaba de la cama, y por el día tenía un humor de perros, ya que había pasado la noche de un tirón. Tenía ese célebre sentido del humor, en una conversación podía hacer una de esas significativas pausas y decir cosas como: “Apreciamos mucho al camarada Bujarin” mientras firmaba su pena de muerte con una sonrisa en los labios. Siempre había ironía, juego demoníaco, siempre doblez y practicaba un ejercicio de poder vampírico. Eso significa que él siempre se encontraba del lado de la última conspiración contra el propio sistema, contra el propio país, pero si lo hacía, era para proporcionarle sentido al proletariado del país. Se daba una situación que para algunos espíritus escritores y artísticos era muy estimulante. ¿Qué era Bulgákov sino el escritor, el maestro de todos los significados? Bulgákov es un conspirador contra el lenguaje. El lenguaje es ante todo un bien colectivo, una competencia general. Los hombres creen poseerlo, creen entenderlo. El lenguaje es transparente. El lenguaje aparece, en primer lugar, como el lugar preferente de la democracia. Pero el escritor sabe que ése no es el caso, cuando él, como señor, como maestro del lenguaje, toma posesión individual del mismo. Empieza por alterar el lenguaje, y hacerlo ambiguo. En su sistema artístico cada palabra tiene otro significado. Cada palabra pierde su transparencia generalmente admitida y se torna esquizofrénica. A través de esta esquizofrenia, a través de esta conspiración contra la transparencia admitida del lenguaje, se convierte en el maestro de la conspiración del lenguaje, y también en el señor secreto de esta fuerza conspirativa subterránea del lenguaje, de su ambigüedad, y por esa razón espiritualmente afín al gobernante de una conspiración secreta. Se trata en realidad de una figura con dos formas. El sueño de muchos de los contemporáneos de Stalin y Bulgákov era reunir estas dos formas separadas
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"tantos hombres en la cabeza y todo lo que han dicho.
sin embargo, uno mismo tiene que encontrarlo otra vez y decirlo"


la opinión pública está a favor del libre acceso a la información, pero también de la protección de datos como condición de la confianza en la comunicación mundial: la sociedad libre excluye la libertad de información absoluta, no hay política sin asuntos ultrasecretos, no hay empresa sin secretos comerciales, no hay existencia humana sin esfera privada.

quien quiera protegerse de que lo copien,
deberá comportarse en forma ambivalente.
un mito no puede copiarse.


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nuestros grandes problemas no resultan de una falta de conocimiento, sino de orientación.

no somos ignorantes, estamos confundidos, pero esto se tapa con el entusiasmo de la era de la información.

bajo la presión de estas nuevas tecnologías nos inclinamos a interpretar todos los problemas como problemas de desconocimiento. sin embargo las cuestiones de sentido y los problemas de orientación no se resuelven con informaciones. el que quiere entender tiene que destruir las informaciones.

a quien quisiera agotar todas las informaciones posibles
lo dejará exhausto ser exhaustivo.


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sin duda al principio solo estarán afectadas la reproducción y la transmisión de las obras.
las obras alcanzarán una suerte de omnipresencia, a nuestra llamada estarán presentes o se volverán a producir en todo lugar y a todo momento. ya no estarán solo en sí mismas, estarán donde haya un persona y un aparato adecuado. así como el agua, el gas, la corriente eléctrica satisfacen desde lejos las necesidades de nuestras casas, así se nos proveerá de imágenes acústicas y visuales que surgirán y perecerán al menor gesto. así como estamos habituados, si no directamente adiestrados, a recibir la energía en sus formas más diversas a domicilio, nos resultará absolutamente natural recibir allíi esas veloces imágenes intermitentes. no sé si un filósofo se imaginó alguna vez una sociedad donde se envíe a domicilio sin costo la relidad que se experimenta con los sentidos.

paul valéry, la conquista de la ubicuidad, 1928
 


El eugenismo forma parte del pensamiento moderno. Es la base misma del progresismo. El eugenismo es una idea de la izquierda clásica, retomada por los nacionalistas después de la Primera Guerra Mundial. Es el progresismo aplicado al terreno de la genética. Cada individuo razonable es eugenista en el momento en que se casa. Cada mujer es eugenista si prefiere casarse con un hombre que posee cualidades favorables en su apariencia física. Es el eugenismo de todos los días.
Uno no es inconsciente si se casa con una bella mujer. La preferencia de la belleza en los asuntos eróticos no es inconsciente: es la conciencia misma. Como decía Platón en "El banquete", es la voluntad de engendrar en la belleza. Es el acto más consciente y el más razonable del ser humano.
Nunca existió un eugenismo fascista. Lo que hubo fue un exterminismo racista. Esa voluntad de matar nunca tuvo la más mínima relación con el concepto de eugenismo concebido como un medio de reflexionar sobre las mejores condiciones en que será creada la próxima generación. Los nazis se aprovecharon de algunos pretextos seudocientíficos para eliminar enfermos. Eso no tiene nada que ver con el eugenismo. Es un abuso total de lenguaje llamarlo así.
El hombre es tan lujoso que no es capaz de seguir siendo un verdadero animal. Perdió la facultad de ser un animal. Esa es mi definición de la humanidad: la incapacidad adquirida de quedar en el terreno de la animalidad. Somos seres condenados a la fuga hacia adelante, y en esa carrera nos volvemos extáticos. Ese éxtasis corresponde a lo que Heidegger llamaba "la apertura al mundo". Volviendo al eugenismo, soy partidario de un eugenismo de lujo. Me interesa particularmente el ser humano como fenómeno de lujo, casi milagroso, aparecido en forma aleatoria. Esa criatura lleva una carga hereditaria de enfermedades genéticas que no sirven para nada, pero que nos acompañan. La única pregunta eugenista que las generaciones futuras podrían plantearse sería si suprimir, gracias a la ingeniería genética, algunos de esos acompañantes. En 50 o 100 años, estoy seguro de que la mayoría de la humanidad estará de acuerdo con esas técnicas. Pero esto no tiene nada que ver con un eugenismo eliminador. Es necesario habituarse a pensar al hombre como un ser de lujo, aun cuando los dogmáticos no dejen de decirnos que el hombre es hombre sólo en función de sus carencias.
peter sloterdijk entrevistado
 


"fue quizás la primera estrella de rock, sólo hay que ver sus películas y ver como se movía. creo que era tan bueno como Jagger... Hitler utilizó la política y las herramientas del teatro y creó una cosa que gobernó y controló su espectáculo durante aquellos doce años. el mundo nunca volverá a ver a nadie como él."

david bowie en la revista playboy, 1976



Hitler conoció sus dotes de persuasión en las esquinas de Munich durante los distrurbios revolucionarios de 1919. allí, como rememora en Mein Kampf, se dió cuenta de que "todos los grandes y decisivos acontecimientos no han llegado a producirse por la letra impresa, sino gracias a la palabra hablada". A diferencia del escritor, el orador "siempre puede ver en los rostros de sus oyentes", lo que les motiva. El público proporciona al atento orador las ideas que lo incitan. "el orador siempre se deja arrastrar por las grandes masas de manera que, instintivamente, las palabras que salen de su boca son las adecuadas para llegar al corazón de quienes lo escuchan. si yerra... tiene ante sus ojos la correción viviente".

Con mayor rapidez que sus rivales, recurrió a los más avanzados medios de comunicación para extender su llamamiento.

(Así, engullida en la magnanimidad queda, por ejemplo, la historia por la supervivencia del Trautonium, uno de los primeros instrumentos electrónicos. Goebbels, asombrado ante la capacidad del Volkstrautonium, permitió a su creador Friedrich Trautwein y su discípulo Oskar Sala continuar con su trabajo. La primera consecuencia de ésto vino por parte de la Radio del Reich, que le encargó a Trautwein la creación de un nuevo Trautonium totalmente equipado, no escatimando en gastos, para ambientar seriales radiofónicos y musicalizar las cabeceras de los programas. la segunda y más nefasta consecuencia fue la instrumentalización del Trautonium por parte del régimen, especialmente en conciertos propagandísticos al aire libre y para enfatizar el discurso de sus líderes)

Antes de que se inventaran sistemas de amplificación eléctrica de la voz,
los políticos se quedaban afónicos si se dirigían a un centenar de personas durante poco más de media hora. Pero con los micrófonos y los altavoces, Hitler podía perorar ante decenas de miles de personas.

Años después el Führer reconocería:
"sin la ayuda de los altavoces jamás habría logrado conquistar Alemania".
 


la música, disfrute inmaterial convertido en mercancía prefigura una sociedad de lo inmaterial vendido. recordemos que el músico era una especie de vagabundo y delincuente en épocas antiguas, incluso en el Islam, hasta entrado el siglo xx, se recomendaba no sentarse a la mesa con un músico.

pero cuando ingresó en el intercambio comercial participó en el crecimiento y la creación del capital y el espectáculo y se convirtió en ejemplo del devenir de nuestra sociedad: desritualizar una forma social, reprimir una actividad del cuerpo, especializar su ejercicio, venderla como espectáculo, generalizar su consumo y luego organizar su almacenamiento de modo de hacerle perder el sentido.

así se anuncia el establecimiento de una sociedad repetitiva donde ya nada sucederá.


la autodestrucción del capitalismo se halla en esta contradicción que la música vive de forma ensordecedora: instrumento de diferenciación, se ha convertido en lugar de repetición, con lo cual logramos entender la búsqueda angustiada de la diferencia perdida, dentro de una lógica de la que se ha desterrado la diferencia.

jacques attali, ruidos, 1977