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preguntamos: un clon ¿es un individuo? ¿tendrá alma? un clon hecho de mi célula ¿negaría el carácter único de mi personalidad? estas cuestiones inacabables, variaciones todas del tema de que los clones amenazan nuestro concepto tradicional de invidualidad ya han sido respondidas empíricamente. aún cuando el debate público sobre Dolly parece despreocupadamente ajeno a este hecho evidente.

conocemos clones humanos desde el alba de nuestra conciencia. los llamamos gémelos idénticos y son clones mucho más parecidos en todos sus aspectos que Dolly y su madre. sabemos que los gémelos idénticos comparten enormes semejanzas, no sólo de apariencia, sino también en tendencias generales y singularidades de personalidad. no obstante: ¿hemos dudado algunas vez de la personalidad de cada uno de los miembros de una pareja de gémelos? desde luego que no. sabemos que los gémelos idénticos son individuos distintos aunque con grandes y peculiares semejanzas. les damos nombres diferentes, se enfrentan con experiencias y destinos diferentes. sus vidas transcurren por caminos dispares en los complejos caprichos del mundo.

¿por qué hemos pasado por alto este principio central en nuestras discusiones y temores acerca de Dolly?

los gémelos idénticos proporcionan una sólida prueba de que las inevitables diferencias del entorno garantizan la individualidad y personalidad de cada clon humano.

la literatura ha reconocido tempranamente este principio. los lealistas nazis que clonaban a Hitler en los "los niños de brasil" entendieron que también tenían que maximizar igualmente las semejanzas del entorno nutricio. así pues criaron a sus pequeños bebés Hitler en familias lo más parecidas posibles al propio clan disfuncional de Adolfo; y ni uno sólo de ellos se convirtió en el monstruo quintaesencial de la historia.

la vida siempre ha verificado este principio.
Eng y Cheng, los siameses originarios y los clones más cercanos de todos, desarrollaron personalidades diferentes y divergentes. uno se convirtió en un alcohólico taciturno, el otro siguió siendo un hombre bondadoso y alegre.

aún sin tener en gran estima la individualidad de las ovejas en general podemos decir que Dolly crecerá para ser tan única y tener tan malas pulgas como cualquier oveja.

frags de stephen jay gould, "la moda de Dolly y la pasión de Luis", 1997