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Belsen was a gas
era un número vulgar, horrible, estúpido, se dice que concebido por Sid Vicious, el miembro del grupo más vulgar, más horrible y más estúpido. carecía además de la poesía de "anarchy", "bodies", "pretty vacant": una mierda.

el público se quedó atrapado por la canción; algo accionó la capacidad del público y su necesidad de cantar ese estribillo (...) la canción era una versión musical de la esvástica punk, un motivo popularizado por Sid Vicious antes de formar parte de los Pistols.

Allá en 1978, en Inglaterra (y a través de las crónicas periodísticas y de la televisión, en los Estados Unidos), la ubicuidad del símbolo había forjado en los medios de comunicación una identificación entre el punk y el resurgimiento de los nazis ingleses. la esvástica pintada sobre las ropas, grabada en pupitres escolares, en brazos... ¿qué diferencia había en realidad entre el punk y la campaña del National Front para purificar el Reino Unido de su población de color: jamaicanos, paquistaníes, hindúes, las aguas residuales del imperio?

la esvástica punk era un símbolo complejo, una naciente celebración subcultural del más puro racismo, la exigencia de la sustitución de los asuntos de siempre por algo más excitante. significaba (retomando la definición de Nik Cohn de la fuerza que había detrás de todas las subculturas británicas de posguerra: los teddy boys en los 50, los mods y rockers en los 60, los skinheads a principios de los 70 y contradiciendo los libros de historia) que el fascismo había ganado la segunda guerra mundial, que la Inglaterra contemporánea era una parodia del fascismo en forma de estado de bienestar en el que la gente no tenía libertad para vivir sus propias vidas y donde, peor aún, no existía el deseo. y significaba que la negación es el acto que hará evidente para todo el mundo que el mundo no es lo que parece; sin embargo, sólo cuando ese acto es implícitamente completo deja abierta la posibilidad de que el mundo pueda no ser nada, de que el nihilismo y la creación puedan ocupar ese terreno súbitamente destrozado.

lo que los nazis hicieron, dijo Arendt, era algo nuevo: alteraron los límites de la acción humana.al hacerlo, proporcionaron a la humanidad algo más que una carga -la necesidad de comprender sus actos-le proporcionaron también un legado: "se encuentra en la misma naturaleza de las cosas el que cada acto, una vez que aparece y queda registrado en la historia de la humanidad, permanezca en la raza humana como algo potencial mucho después de que se haya convertido en algo perteneciente al pasado... una vez que un crímen específico surge por vez primera, su reaparición es más probable de lo que podía haber sido su emergencia inicial"

fragmento sin firma en el collage de textos y fotografías Londons Outrage, nro. 1, diciembre de 1976

greil marcus, rastros de carmín, pp.129-133, 1989