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el crítico de música popular, Frank Kogan se refiere a Spoonie Gee en un fanzine de mediados
de la década de 1980:

«Spoonin Rap y Love Rap, de Spoonie Gee, son mis discos norteamericanos
favoritos de los últimos diez años. Salieron hace
unos cinco años, Spoonin Rap a fines del '79 y Love Rap en el '80.
Jamás leí una reseña de ninguno de los dos.
«Utilizando sólo su voz, el modo de combinar la frescura con
una pasión desenfrenada mientras mantiene un ritmo bailable,
Spoonie se convierte en un gran artista; además, es un escritor.
Sus letras son tan intensas como su forma de cantar y encarnan
las mismas tensiones. Ejemplo: tanto Spoonin Rap como Love
Rap comienzan con un detallado y explícito fanfarroneo: él es
cool y muy sexy, las chicas no paran de buscarlo y se impresionan
con su rapeo y su auto. Spoonie pone su equipo de ocho pistas.
Hace el amor con la chica en su auto. En su Mercedes. Los
asientos son tan suaves como una cama. En el momento del
climax sexual la letra cambia de manera estridente, como si hubiera
una segunda canción escondida detrás de la primera y el
fanfarroneo fuera una preparación para otra cosa (...) Y entonces
reaparece la primera parte de la canción, pero vuelta del revés:
los tipos y las chicas se sienten atraídos por su ropa y su auto
llamativos, pero sólo para robarle y dejarlo en la calle. Las
chicas lo toman por un tonto (...) Después vuelve a cambiar y
dice que es un gran amante y describe la belleza de sus amigas.
Así, Spoonin Rap cambia una y otra vez. Cuenta que él es muy
cool y que las mujeres son muy sexies; después dice que no hay
que drogarse, no hay que robar, porque si no vas a la cárcel y te
la dan por el culo. Más adelante, habla de saltar el molinete y
del policía que saca un revólver pero no dispara.»

En las letras de las canciones negras hay muchos precedentes
de yuxtaposiciones emocionales estridentes, sobre todo
en el blues y también en las paradojas deliberadas de Smokey
Robinson. Pero el equivalente emocional más cercano no es la
música negra sino el punk —los primeros Stones, los Kinks, los
Velvets, los Stooges, los Dolls—, en el cual una canción parece
ser una cosa y luego otra. La parte de Love Rap en que despotrica
podría ser Lou Reed cuando está de mal humor, con la salvedad
de que, a diferencia de un Jagger o un Reed, Spoonie no ha
calculado sus yuxtaposiciones, y tal vez ni siquiera es consciente
de ellas. Lo cual aumenta su fuerza. Los sentimientos tienen
gran impacto porque proceden de una fuente inesperada. Si
Spoonie se dedicara al punk o al rock, su alienación y furia habrían
satisfecho una expectativa del género. En la música disco,
parecen más verdaderas. (...)»

»Spoonie Gee ha hecho algunos grandes discos y otros tantos
discos mediocres. Creo que es un genio, pero no me parece que
sepa lo que está haciendo. Se siente atraído por una visión del
mundo como un lugar falso y traicionero. A lo mejor algo lo fastidia.
A lo mejor, siente inconscientemente que no sólo el mundo
o las mujeres son falsos, sino él mismo.
»Spoonie no es uno de nosotros. No tiene nada que ver con la
cultura punk o postpunk. No sé si podría mantener una conversación
interesante con él o encontrar algún terreno cultural o
moral en común. Pero hay un terreno en común, esa parte del
intelecto llamada "emociones", en la cual hago los análisis más
profundos de la vida. Por mucho que admire a héroes actuales
como Mark E. Smith e Ian Mackaye, gente con quien me identifico,
sé que no hacen música tan fuerte como esta. Escuchar a
Spoonie es como oír mis propios sentimientos, y debo enfrentarme
a mis miedos. Esto significa, tal vez, que en realidad no soy
distinto de él. A lo mejor me parezco más a él que a ustedes.»

citado por simon frith en música e identidad, 1996, pp. 181