miércoles, noviembre 28, 2007 4:18 p.m.
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el crítico de música popular, Frank Kogan se refiere a Spoonie Gee en un fanzine de mediados de la década de 1980:
«Spoonin Rap y Love Rap, de Spoonie Gee, son mis discos norteamericanos favoritos de los últimos diez años. Salieron hace unos cinco años, Spoonin Rap a fines del '79 y Love Rap en el '80. Jamás leí una reseña de ninguno de los dos. «Utilizando sólo su voz, el modo de combinar la frescura con una pasión desenfrenada mientras mantiene un ritmo bailable, Spoonie se convierte en un gran artista; además, es un escritor. Sus letras son tan intensas como su forma de cantar y encarnan las mismas tensiones. Ejemplo: tanto Spoonin Rap como Love Rap comienzan con un detallado y explícito fanfarroneo: él es cool y muy sexy, las chicas no paran de buscarlo y se impresionan con su rapeo y su auto. Spoonie pone su equipo de ocho pistas. Hace el amor con la chica en su auto. En su Mercedes. Los asientos son tan suaves como una cama. En el momento del climax sexual la letra cambia de manera estridente, como si hubiera una segunda canción escondida detrás de la primera y el fanfarroneo fuera una preparación para otra cosa (...) Y entonces reaparece la primera parte de la canción, pero vuelta del revés: los tipos y las chicas se sienten atraídos por su ropa y su auto llamativos, pero sólo para robarle y dejarlo en la calle. Las chicas lo toman por un tonto (...) Después vuelve a cambiar y dice que es un gran amante y describe la belleza de sus amigas. Así, Spoonin Rap cambia una y otra vez. Cuenta que él es muy cool y que las mujeres son muy sexies; después dice que no hay que drogarse, no hay que robar, porque si no vas a la cárcel y te la dan por el culo. Más adelante, habla de saltar el molinete y del policía que saca un revólver pero no dispara.»
En las letras de las canciones negras hay muchos precedentes de yuxtaposiciones emocionales estridentes, sobre todo en el blues y también en las paradojas deliberadas de Smokey Robinson. Pero el equivalente emocional más cercano no es la música negra sino el punk —los primeros Stones, los Kinks, los Velvets, los Stooges, los Dolls—, en el cual una canción parece ser una cosa y luego otra. La parte de Love Rap en que despotrica podría ser Lou Reed cuando está de mal humor, con la salvedad de que, a diferencia de un Jagger o un Reed, Spoonie no ha calculado sus yuxtaposiciones, y tal vez ni siquiera es consciente de ellas. Lo cual aumenta su fuerza. Los sentimientos tienen gran impacto porque proceden de una fuente inesperada. Si Spoonie se dedicara al punk o al rock, su alienación y furia habrían satisfecho una expectativa del género. En la música disco, parecen más verdaderas. (...)»
»Spoonie Gee ha hecho algunos grandes discos y otros tantos discos mediocres. Creo que es un genio, pero no me parece que sepa lo que está haciendo. Se siente atraído por una visión del mundo como un lugar falso y traicionero. A lo mejor algo lo fastidia. A lo mejor, siente inconscientemente que no sólo el mundo o las mujeres son falsos, sino él mismo. »Spoonie no es uno de nosotros. No tiene nada que ver con la cultura punk o postpunk. No sé si podría mantener una conversación interesante con él o encontrar algún terreno cultural o moral en común. Pero hay un terreno en común, esa parte del intelecto llamada "emociones", en la cual hago los análisis más profundos de la vida. Por mucho que admire a héroes actuales como Mark E. Smith e Ian Mackaye, gente con quien me identifico, sé que no hacen música tan fuerte como esta. Escuchar a Spoonie es como oír mis propios sentimientos, y debo enfrentarme a mis miedos. Esto significa, tal vez, que en realidad no soy distinto de él. A lo mejor me parezco más a él que a ustedes.»
citado por simon frith en música e identidad, 1996, pp. 181
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