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anoche soñé con la realidad
¡qué alivio al despertar!

Si la hipótesis de la realidad objetiva
ejerce semejante influjo sobre nuestras mentes
es por ser, por lejos, la solución más fácil.

La hipótesis correcta es que el hombre nació "no libre",
que el mundo nació "no verdadero", "no racional".
Pero esta hipótesis radical está definitivamente
al margen de la prueba, es inverificable y
en cierto modo insoportable. De ahí el éxito
de la hipótesis inversa, de la hipótesis más fácil.

Ilusión subjetiva: la libertad

Ilusión objetiva: la realidad

Así como la creencia en la libertad no es otra cosa
que la ilusión de ser causa de los propios actos,
del mismo modo, la creencia en la realidad objetiva
es la de encontrar una causa original para los fenómenos
y, por lo tanto, de inscribir el mundo
en el orden de la verdad y la razón.

Desesperados por tener que afrontar
la alteridad, la seducción, la relación dual,
el destino, inventamos la solución más fácil:
la libertad.

Contra la hipótesis del acontecimiento:
la ilusión de la información.

Desesperados por tener que afrontar
la incertidumbre y la ilusión radical,
inventamos la solución más fácil:
la realidad

Contra la hipótesis del devenir:
la ilusión del cambio.

Desesperados por la cuestión de la finalidad,
la salvación o el ideal, nos inventamos la solución más fácil:
la felicidad

Incapaces de asumir el pensamiento
(el del mundo que nos piensa, la inteligencia del Mal),
inventamos la solución más fácil, la solución técnica:
la inteligencia artificial.

Contra todas la hipótesis supremas se erigen las soluciones más fáciles.
Pero a cada solución fácil llevada a su punto extremo:
realidad integral, libertad integral, felicidad integral, información integral

le corresponde una reacción violenta:

desmentida de la realidad, desmentida de la libertad, desmentida de la felicidad,
virus y disfunciones, espectralidad del tiempo real, resistencia mental,

todas las formas de repulsión secreta
hacia esa normalización ideal de la existencia.
j.b.