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los viajes empiezan a pegar muy mal,
Buzz Aldrin vuelve de la Luna y se entierra en una profunda depresión:

"¿adónde vas después de haber estado en la Luna?"


Charlie Duke describió el horror que sintió al darse cuenta de que su vida a partir de entonces no podía ser sino un largo y lento anticlímax: "todo aquel esfuerzo y creatividad, ¿para qué habían servido? ¿para el desarrollo del Teflón? ¿para tomar unas cuántas fotos?. En 1972 el espacio ya no le interesaba a nadie".

PV: integradas en la máquina militar contemporánea, las drogas retrotraen en cierto modo a la guerra primitiva. Atado a su máquina, encarcelado en los circuitos cerrados de la electrónica, el piloto de guerra no es más que una persona con una disminución motora que sufre temporalmente un tipo de posesión análoga a los estados alucinatorios de la guerra primitiva. en la siguiente escena, se halla metido ya de lleno. el viaje se halla ahora inscrito en silicio, en un chip del tamaño de un micropunto, una lengüeta de LSD... lleva a cabo su misión en un mundo simulado, saltando desiertos, volando a través de un paraíso bélico artificial"